En la actualidad la gestión de campo clínico presenta diversas aristas no resueltas en su totalidad, lo que conlleva a un aprovechamiento no óptimo de los altos esfuerzos realizados por las personas dentro de las organizaciones. La gran cantidad de información que es necesaria manejar tal como, alto número de convenios y campos clínicos con diferentes modalidades de retribución, necesidades de pasantías de cada asignatura, altos números de estudiantes y sus necesidades de cupos, documentación solicitada por el campo clínico para la recepción de estudiantes, tutores necesarios para el aprendizaje, entre otros, conlleva a tener la información dispersa entre muchos actores la cual reside en las personas, lo que implica muchas veces la pérdida de ésta cuando hay movimiento en el personal. Para las organizaciones el poder integrar la información y lograr obtener indicadores de ocupación óptima y de costos incurridos requiere de un esfuerzo considerable, y no siempre se llega a la obtención de indicadores más complejos como costos unitarios, costos equivalentes entre campos clínicos, costos por pasantías, entre otros, los cuales requieren una especificidad y dedicación mucho mayor.
Por otro lado, una segunda arista no menos importante deben ser los procesos evaluativos de los diferentes actores involucrados, dado que no se debe olvidar que todos los procesos administrativos están desarrollados para la mejor formación de los estudiantes que algún día ejercerán como técnicos y profesionales del área de la salud. Es trascendente entonces, tener buenas herramientas evaluativas tanto de estudiantes, como de tutores, campos clínicos y retroalimentación evaluativa desde los campos clínicos al centro formador.